Los bioestimuladores faciales son tratamientos de medicina estética diseñados para estimular la producción natural de colágeno y elastina en la piel, logrando un rejuvenecimiento progresivo y duradero. A diferencia de los rellenos dérmicos, que aportan volumen inmediato, los bioestimuladores actúan de manera gradual para mejorar la calidad, firmeza y elasticidad de la piel desde dentro.
¿Qué son los bioestimuladores faciales?
Los bioestimuladores son sustancias biocompatibles e inyectables que, al ser introducidas en la piel, promueven la regeneración de los tejidos. Los más comunes son:
- Ácido poliláctico (Sculptra): estimula la producción de colágeno en las capas profundas de la piel.
- Hidroxiapatita de calcio (Radiesse): aporta un efecto inmediato de volumen y, al mismo tiempo, estimula la formación de colágeno.
Estos tratamientos no solo aportan firmeza y densidad, sino que también mejoran la textura y reducen arrugas finas y flacidez.
Beneficios de los bioestimuladores faciales:
- Rejuvenecimiento natural: los resultados son progresivos y naturales, al estimular la propia producción de colágeno.
- Mejora de la firmeza y elasticidad: ideal para tratar flacidez y pérdida de volumen en el rostro.
- Resultados duraderos: los efectos pueden durar entre 1 y 2 años.
- Efecto regenerador: mejora la calidad de la piel en profundidad, haciendo que luzca más joven y saludable.
Se pueden aplicar en áreas como las mejillas, mandíbula, sienes y líneas nasolabiales.
Procedimiento:
El tratamiento se realiza mediante inyecciones en las zonas seleccionadas. No requiere cirugía ni tiempos de recuperación prolongados, y los resultados comienzan a ser visibles a partir de las semanas posteriores, con un efecto que mejora progresivamente.